Archivo del Blog

viernes, 15 de abril de 2016

Derecho a la naturaleza: Lago Uru-Uru camino al desastre ambiental, por Edwin Rolando Alarcón Mercado

Es marzo, el tiempo frio se acerca; desde nuestra reciente visita en diciembre de 2015, las cosas no cambiaron, basura, botellas plásticas abundan en las riberas del Lago Uru-Uru; las aguas servidas y de copajira como siempre llegan sin ningún control, en las orillas están las totoras adaptándose o luchando por sobrevivir, su espacio está siendo tomado por desechos urbanos y mineros.

La Junta vecinal 27 de Julio es uno de los barrios próximos al lago Uru-Uru como todo vecindario de reciente creación carece de servicios básicos, sus residuos junto a los que trae el canal Tagarete se unen y llegan sin ningún tratamiento a los ecosistemas del espejo de agua, este hecho se repite cada día del año.

El Lago Uru-Uru se ubica a 3.686 msnm, es un sitio RAMSAR; una convención firmada en la ciudad de Ramsar - Irán en 1971, desde el año 2002 el espacio hídrico junto al Lago Poopó son reconocidos como tal, cuya principal tarea es la protección de humedales del Planeta donde habitan aves y animales acuáticos como terrestres, su protección es fundamental para conservar fauna y flora.


A pesar de la declaratoria mundial, el panorama es distinto en Oruro y su lago, porque si la comunidad internacional apoya la protección y conservación de la naturaleza frente al desarrollo urbano e industrial, en esta parte de Bolivia no pasa nada, aun siendo el país una de las naciones con más humedales en el mundo.

Comprobamos que el lago está abandonado a su suerte en los cuatro puntos cardinales, si existe la vida ahí, es porque la naturaleza lucha y los pocos pesqueros están impotentes ante la falta de compromiso de las autoridades; el sector sud-este tiene una profundidad de 2 a 3 metros, es el lugar donde trabajan siete cooperativas pesqueras, su producción se inicia en marzo y concluye en septiembre, 4 arrobas de pejerrey por día es el resultado de la jornada, los peces son vendidos directamente al intermediarios de La Paz y Oruro; la contaminación en este lugar aún no es tan grave como en el sector norte que colinda con la ciudad, su principal agresor junto a la minería.

Aves, peces, plantas, pastos, insectos, bacterias, ganado,  siete cooperativas pesqueras y varias comunidades dependen y dependían del Lago Uru-Uru; su conservación, protección y mitigación no está siendo respaldada por autoridades locales y nacionales; preguntas formuladas a técnicos del área de la gobernación en los dos recientes periodos, no recibieron respuestas y conocimientos adecuados sobre su importancia por ejemplo en el sentido de que el lago es uno de los receptores de aves migratorias, que si le pasa algo, la cadena natural se rompe.

Betty Parihuancollo, es una de las habitantes de Rancho Quitaya, ella lamentó que las autoridades en diferentes momentos no hagan nada por el lago y las familias que dependen de él, “teníamos hasta chanchitos, vacas, ovejitas en mayor cantidad, ya no podemos tener ganadito; tenemos que llevar a otro lado; la basura está ocupando los pastos; los náilones comen y con eso rapidito mueren las ovejitas”, nos contó triste en medio de basura y pasturas contaminadas.


Desde la Universidad Técnica de Oruro su Vicerrector Pedro Feraudi nos indica que los efectos de la contaminación son amenazantes para el medio ambiente y actividad económica por la desaparición de formas de producción; pero que está haciendo la UTO: “Hemos tenido dos conferencias en el área minera y agrícola, son propuestas integrales para beneficiar a las poblaciones que son afectadas a un costo de 9 millones de dólares, sin embargo ninguno de los niveles de Gobierno respaldan estas soluciones”.

En el Municipio, Carlos Huayta responsable ambiental nos indica que existe un importante avance en la trasferencia de la Planta de Tratamiento de Aguas Servidas de la ciudad a responsabilidad del Servicio Local de Acueductos y Alcantarillado como el embovedado del canal Tagarete en su primera fase, “las aguas mineras son un problema que serán superadas relativamente con la construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Ácidas en Mina San José, con estas medidas lograremos aliviar un poco el ingreso de aguas más limpias hasta el lago”, destacó con esperanza y confianza.

Muchas de las especies como habitantes sufren enfermedades, se observan aves y peces muertos, no en cantidad pero si en zonas donde existe más contaminación; el viento trae partículas de minerales, excremento, plásticos, metales procesados, junto a un fuerte olor fétido de las aguas del canal Tagarete que desembocan sin ninguna intervención son causa de enfermedades.

Las emisiones de gases de efecto invernadero de la ciudad de Oruro, la sequedad del Lago Poopó, la basura, residuos, aguas industriales, servidas, ácidas y la poca educación y responsabilidad ambiental de la sociedad contribuyen minuto a minuto a destrozar los ecosistemas del Lago Uru-Uru. 

Antes de abandonar Rancho Quitaya doña Betty nos detiene y manifiesta, “la contaminación es grave, si alguna campaña hubo solo duro días, hemos sacado montones de basura, ni las totoras son lo mismo, este lugar antes era bello, verdecito, lindo; ahora todo está hediendo, este rio afecta, la planta de tratamiento de aguas afecta, no se quien le ha dado a la Alcaldía; pena este lugar; antes el agua que llegaba era cristalino, ahora me pienso como podemos recuperar para que sea como antes, lindo; las autoridades no hacen nada, realmente este lugar es penoso no se… ”

No hay comentarios.:

Publicar un comentario