Cochabamba en cuanto a casos específicos de violencia contra el género femenino tiene el mayor índice registrado y con consecuencias fatales de acuerdo a registros de la policía, porque cuando algunas mujeres deciden denunciar las agresiones que sufren han sido sometidas a la revictimización, vulnerándoles así, sus derechos, de no acceder a la justicia y al debido proceso.
La población más vulnerada que es sujeto a la Violencia Intrafamiliar (VIF) y sexual, son las mujeres, niños y niñas, esta dura realidad dentro la sociedad en general se traduce en un problema de seguridad ciudadana y de salud pública también, siendo hoy en día aún un delito silencioso que la víctima sufre frecuentemente y se ha tornado ya en una preocupación porque provoca un fuerte impacto social, especialmente cuando los casos llegan a la fatalidad.
En varias oportunidades, las víctimas de agresiones físicas y psicológicas a la hora de denunciar a su agresor se vieron sometidas a vulneración de sus derechos al ser constantemente revictimizadas por funcionarios públicos, que en diferentes instancias hicieron relatar una y otra vez a las mujeres toda la violencia que sufrieron, sin considerar su estado psicológico y emocional, en lugar de brindarles una atención ante todo humana y que siga el proceso de denuncia sin incurrir en la tortuosa revictimización.
“Es lamentable que el descuido hacia la persona lleve a revictimizar y agudice el padecimiento de la víctima. Además de sufrir en su casa de habitación, ahora puede ser afectada por el incómodo calvario de la vista pública”, se lee en la publicación de “El Nuevo Diario”.
El caso de la señora Carme, mujer de 27 años, casada y madre de 2 hijos, es un ejemplo del calvario de la vulneración de sus derechos que muchas mujeres viven al intentar denunciar. Cuando acudió a instancias públicas para denunciar que sufría constantemente de Violencia Intrafamiliar, fue revictimizada, por lo que después de luchar buscando justicia finalmente desistió de su denuncia a pesar de seguir viviendo este flagelo.
Tomar valor para denunciar a su agresor, es lo que le sucedió a Carmen, después de haber sido agredida una y otra vez por su pareja, ya que no pudo callar más el dolor, miedo y desesperación que le provocaba cuando sufría de violencia física y psicológica. Es así que dio el primer paso, dirigirse a una de las muchas instancias públicas donde se puede hacer una denuncia. Al intentar denunciar el flagelo que constantemente vivía en su hogar, ella enfrentó sus propios temores y jamás se imaginó que esto sería una dolorosa peregrinación en busca de justicia para vivir libre de violencia.
Carmen primero recurrió a un Servicio Legal Integral Municipal (SLIM), porque no contaba con dinero. “En ese lugar la que me atendió, me trató mal, parecía como si yo hubiera sido la mala y abusiva y me hizo sentir mal, me dijo que me vaya a otro lugar a denunciar, que había la FELCV para eso”, cuenta Carmen. De acuerdo al relato de la víctima en esta institución le pidieron que les cuente que le había hecho su pareja y ella tuvo que relatar toda la violencia física y psicológica a diferentes personas del lugar, hasta quedar en llanto y muy nerviosa, además de avergonzada porque otras personas alrededor escuchaban lo que ella contaba.
Al no recibir la ayuda que buscaba en el SLIM, la señora, optó por ir a la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia, donde nuevamente tuvo que decir los hechos de violencia a los que estuvo sometida: “…le conté todo a una policía mujer y después ella me dijo que mejor hable con el Cabo porque no sabía que hacer, era nueva ahí”.
La peregrinación empezaba a cansarla, sin embargo Carmen necesitaba frenar a su agresor por su bienestar y el de sus hijos, y a través de denunciarlo, creyó que todo terminaría y por eso volvió a contar las agresiones que soportaba de su pareja al Cabo que estaba de turno. Después para redactar la denuncia de nuevo la señora contó una vez más todo lo sucedido y al saber que esto era tan solo el inicio de un largo proceso, decidió desistir de la denuncia quedando desamparada y vulnerada en sus derechos.
Al dejar desprotegida a una víctima, como en el caso de Carmen, quedan muchas cuestionantes que resolver tanto para autoridades como para la sociedad.
El 10 de Diciembre de 1948, en París, la Asamblea General de las Naciones Unidas, proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos determinando 30 Artículos, algunos de ellos citados a continuación; Artículo 1. Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros; Artículo 3. Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona; Artículo 5. Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes; Artículo 7. Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley.
En Bolivia a pesar de haberse creado la Ley 348, denominada: “Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia”, donde se especifican 16 tipos de violencia, dentro los cuales los más comunes son la Violencia Física; Violencia Feminicida; Violencia Psicológica; Violencia Patrimonial y Económica. y entre otras, como departamento Cochabamba tienen los mayores índices de Feminicidios.
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