“Apenas tenía 2 años y sin saber mi vida cambió. Mi padres eran alcohólicos no sintieron remordimiento alguno para dejarme en un hogar, la monja, años después me contó que ni siquiera se despidieron, sólo dijeron, estará mejor aquí”, es el testimonio de Ana.
Ella ahora tiene 20 años, trabaja como cocinera en un restaurante y no recuerda nada de sus padres. “Quisiera conocerlos para preguntarles el por qué me abandonaron”, pero no sabe dónde estarán o si están vivos y tiene que vivir con esa inquietud, un drama que cargan los niños abandonados.
Este es uno de los tantos dramas que deja el abandono infantil en Bolivia, según un estudio realizado por la Unicef en Bolivia aproximadamente de 20 a 32 mil menores de edad se encuentran refugiados en albergues, hogares y centros de acogida producto del abandono de sus padres.
El caso de Ana es uno de los pocos con un “final feliz”, porque en muchos casos los menores sufren de abuso infantil en los hogares, mala alimentación agresiones físicas y sexuales. Como si el hecho de crecer sin el calor y amor de los padres fuera poco, tienen que soportar la constante violación de sus derechos humanos.
Incluso los casos son fatales, como el ocurrido en el Hogar Gota de Leche en la ciudad de Oruro, ya que la prensa local reportó la muerte de un niño.El Secretario de Desarrollo Social de la Gobernación de Oruro, Martín Mollo denunció que un bebé de un año y ocho meses murió asfixiado.
En otro caso, un niño de 3 años fue rescatado de sus padres bebedores consuetudinarios quienes lo alimentaban con grasa de res y alcohol. Vivía en una especie de cueva.
ABANDONO
Al respecto, el informe de la Defensoría del Pueblo de 2014, puntualiza que la pobreza, la violencia, el abandono y la explotación son los cuatro ámbitos que generan la vulneración de derechos de niñas, niños y adolescentes en el país, en los que existen múltiples factores que se interrelacionan afectando a esta población.
El documento señala: “Si bien la pobreza extrema y la pobreza moderada en Bolivia han disminuido, esta baja no se percibe en una mejora de la calidad de vida de una parte importante de la población y, por el contrario, tiene un sesgo de inequidad.
Alrededor de 2.9 millones de niños, niñas y adolescentes en el país se encuentran afectados no sólo por la falta de ingresos, sino también por la injusticia, la exclusión y la desigualdad social, lo que deriva en problemas de desintegración familiar, orfandad, migración, la temprana incorporación al trabajo, maternidad precoz, discriminación, ausencia de medios recreativos, privaciones y maltrato, de acuerdo con un estudio de Unicef”.
La violencia es el otro ámbito donde mayor vulneración de sus derechos sufre la niñez y la adolescencia de nuestro país. Es estructural, y junto a la violencia y discriminación hacia las mujeres, se ha convertido en uno de los más graves problemas para los derechos humanos en Bolivia.
Aunque no es posible afirmar con certeza cuántos casos de violencia, física o sexual a niñas y adolescentes se dan en Bolivia por año, conocemos los que se denuncian y los que se publican en medios de comunicación. Una revisión a publicaciones de prensa realizada por la Defensoría del Pueblo muestra al menos 250 casos de violencia sexual en 11 meses, 76 de violencia física y alrededor de 50 infanticidios. La mayoría involucran a familiares cercanos.
ESTUDIOS
Según la psicóloga Lilian Guzmán Castillo, en Bolivia existe dos factores principales para el abandono de niños: el económico y la educación sexual reproductiva. Entre ellos, el más recurrente en la sociedad boliviana es el económico.
La pobreza es una de las principales causas por lo que los padres se ven obligados a cometer el acto de abandonar a los hijos. “Se identifica como el primer factor para el abandono la falta de recursos económicos de los padres, ya sea en la calle, en casas de acogida, en el hogar, en orfanatos o con alguna persona cercana o vecino”, dijo.
Añade que evidentemente éste problema además genera un sin fin de problemáticas, que van desde familias disfuncionales a problemas de drogadicción y alcoholismo.
El abandono de los niños, tiene también mucho que ver con el alto índice de drogadicción y alcoholismo de los padres, al no tener conciencia descuidan a los menores. Los padres están perdidos en las drogas.
La desintegración que existe actualmente en las familias jóvenes es otra causa de abandono, al igual que la migración o el simple hecho de mostrar y sentir desinterés por los hijos.
El segundo factor importante tiene que ver con la falta de educación sexual, por eso hay embarazos de madres solteras o adolescentes, incluso los no deseados, junto a la irresponsabilidad paterna, muchas madres también abandonan a sus hijos que son producto de violaciones.
LEYES
En Bolivia, el 17 de julio de 2014, el gobierno promulgó la Ley 548, que tiene por objeto reconocer, desarrollar y regular el ejercicio de los derechos de la niña, niño y adolescente, implementando un Sistema Plurinacional Integral de la Niña, Niño y Adolescente, para la garantía de esos derechos mediante la corresponsabilidad del Estado en todos sus niveles, la familia y la sociedad.
El desafío es garantizar que cada niña, niño y adolescente boliviano pueda ejercer plena y efectivamente sus derechos, para que pueda desarrollarse integralmente y exigir el cumplimiento de los mismos. Este nuevo instrumento legal se basa en once principios: interés superior, prioridad absoluta, igualdad y no discriminación, equidad de género, participación, diversidad cultural, desarrollo integral, corresponsabilidad, rol de la familia, ejercicio progresivo de derechos y especialidad.
El responsable de Educación y Comunicación de la Defensoría de Oruro, Guillermo Ortiz afirma que los principales derechos vulnerados en el caso de abandono infantil, son los derechos: a la protección, seguridad, integridad, educación, recreación; pero el principal y el más vulnerado es el de la familia.
EL ESTADO
Cuando un niño es abandonado, su tutoría pasa al estado y este se hace responsable legal o tutor directo de los menores abandonados.
Si bien existen muchos niños y niñas abandonados en nuestro departamento, es importante reconocer que el Estado se hace responsable de la tutela, eso quiere decir que es el principal responsable de la vigencia y el respeto a todos sus derechos.
El problema es que el mismo Estado no responde a las necesidades de los niños y niñas abandonados; y ¿por qué no responde?, es porque los centros de acogida donde se encuentran, no cuentan con las condiciones mínimas para asegurarles un buen desarrollo integral.
Hay experiencias muy bonitas que no se aprenden a copiar en el buen sentido de la palabra, que es el caso de Aldeas Infantiles SOS, donde se crean familias sustitutas y que tienen la lógica de trabajo de crear familias al interior del hogar, manteniendo incluso juntos a los hermanos para seguir construyendo y reforzando el tema de familia.
En el caso de los hogares del Estado los van dividiendo y separando, como en la situación de hermanos abandonados y en nuestra ciudad, por ejemplo, los profesionales que están a cargo de estos centros temporales de acogida o los hogares de niños huérfanos, no reúnen las condiciones, no hay profesionales especializados, no hay equipos multidisciplinarios, no trabajan el desarrollo humano y eso obviamente vulnera los derechos.
El Estado no está respondiendo a cabalidad a esa responsabilidad de tutela y por estas razones es el principal vulnerador de los derechos de nuestros niños abandonados, dijo el encargado de Educación y Comunicación de la Defensoría del Pueblo de Oruro, Guillermo Ortiz.
El drama del abandono infantil es un problema muy sensible en nuestro país, en el cual existen historias tristes de niños y niñas, hoy hombres y mujeres que viven diariamente preguntándose por qué fueron abandonados y separados del calor de una madre y las manos protectoras de un padre.