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martes, 17 de mayo de 2016

¿Dónde está Keyla, la bebé que perdió a un madre en un feminicidio?, por Susana Mercedes Moya López

A seis meses del feminicidio de Sara, todavía no hay rastros del cuerpo de su pequeña hija Keyla Sinaí. El feminicida asegura que la mató a la niña también, sin embargo, la Fiscalía cree que podría estar viva.


Sara Evelyn tenía 22 años cuando su ex pareja la mató el 6 de octubre de 2015. Sara estudiaba Auditoría en la Universidad Mayor de San Andrés y cursaba el cuarto año de la carrera. Durante su estadía universitaria pudo obtener la “beca comedor” que le ayudaba a sobrellevar los costos de sus estudios.

Desde niña asistía con entusiasmo a su iglesia evangélica y fue allí, en su “congregación”, que conoció a la amiga del alma que le acompañaría hasta el final de sus días. Gisela y Sara fueron amigas desde los 13 años, hablaban de sus planes, pero sobre todo disfrutaban asistir a las reuniones de la congregación. 

Gisela cuenta que Sara cantaba muy bonito y estaba aprendiendo a tocar la guitarra, el papá de Sara cuenta que alguna vez se sentó al borde de su cama y comenzó a tocar la guitarra que le había regalado años atrás. 

Luis Javier Morales Herrera, de 22 años, comenzó a salir con Sara durante tres meses intensos y a la vez tormentosos. Anoticiado de que Sara recibía algo de dinero de la “beca-comedor”, le pedía prestado Bs 50 y nunca le decía para qué los necesitaba. Cuando Sara le contó a Luis Javier que estaba embarazada, tomó la noticia muy mal y le dijo que debía interrumpir el embarazo. Sara, decidida a seguir con la gestación hasta el final, le dijo que no haría lo que él le pedía; entonces comenzaron las amenazas de muerte hacia ella.

Entre 2013 y 2015 se reportaron cerca de 270 feminicidios en el territorio nacional, según datos del Centro de Información y Desarrollo de la Mujer (Cidem). Los departamentos que encabezan la lista son Cochabamba, Santa Cruz y La Paz; y las edades de las víctimas con mayor recurrencia son de  21 a 30 años. Durante el primer semestre de la pasada gestión la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FLCV) informó que en el departamento de La Paz se presentaron 4.022 denuncias de agresión física y 2.516 de violencia psicológica hacia mujeres.

Por un tiempo, Sara dejó de recibir noticias de Luis Javier y durante el sexto mes de gestación se enteró que su expareja tenía otra relación; y a la vez tenía otros hijos con distintas chicas. Eso le causó indignación y de algún modo logró ponerse en contacto con todas ellas y al hacerlo se enteró que él no era responsable con ninguno de sus hijos. 

“Decía que no se iba a burlar de ella; que tenía que ser responsable con su hija” contó Gisela.

Un día recibió una llamada que le devolvió la esperanza de seguir con su lucha y conseguir que el padre biológico de Keyla Sinaí se hiciera responsable. De acuerdo con el testimonio del padre de Sara, aquella fatídica mañana de octubre, recibió la llamada de la madre de Luis Javier, quién le prometió que ella sería la intermediaria entre Sara y su hijo para que finalmente la bebé Keyla de siete meses pudiera acceder a  un monto de dinero mensual.

En Bolivia la asistencia familiar mínima equivale al 20% del salario mínimo, es decir que el monto mínimo es de 331 bolivianos. Este monto puede ser incrementado cada gestión de acuerdo con la necesidad del hijo o hija. En cuanto a los apellidos, el nuevo Código de Familias y Procesos Familiares permite la elección y orden libre de los mismos en acuerdo mutuo de los progenitores. 

Cuando Keyla nació, Sara supo inmediatamente que debía esforzarse con más ímpetu para salir adelante. Sus padres, de condición humilde, hicieron lo mejor que pudieron para que nada le faltase a medida que Sara crecía. Al mismo tiempo que estudiaba en la universidad, Sara consiguió un  trabajo de medio tiempo  atendiendo cabinas telefónicas por el centro de la ciudad, donde conseguía un salario de 20 bolivianos por día.

Antes del nacimiento de Keyla, Sara había organizado un babyshower para recibir a la pequeña. “Llegó con tantas cosas que me sorprendí, supe que mi hija podía conseguir sus objetivos con esfuerzo”, contó el papá de Sara.

Sin embargo, todos los sueños que Sara tenía se vieron frustrados cuando accedió a aquel encuentro en el que Luis Javier Morales Herrera finalmente conoció a la pequeña Keyla Sinaí. De acuerdo con las investigaciones, en el feminicidio de Sara se involucró la pareja con la que el acusado mantenía una relación: María José Quisberth Flores, acusada de haber participado como cómplice de la muerte de Sara y de la presunta muerte de la bebé. 

Según las declaraciones de la imputada, el cuerpecito de Keyla fue dejado la mañana del 9 de octubre en un contenedor de basura de la plaza Arandia de la zona de Villa Fátima de la ciudad de La Paz. Mientras que el cuerpo sin vida de Sara fue hallado el 7 de octubre por inmediaciones de la avenida Arica de la zona Rosas Pampa de la ciudad de El Alto. 

En el proceso investigativo, la familia de Sara encontró varios obstáculos que hasta ahora impiden poder hallar justicia frente a lo sucedido. En febrero de este año se llevó a cabo la inspección técnica ocular para conocer detalles sobre la muerte de Sara, sin embargo, los imputados se negaron a participar en la reconstrucción de los hechos, pese a que habían admitido ser autores del feminicidio.

A pesar de haber buscado durante semanas en el botadero de basura de Alpacoma, el cuerpo de Keyla nunca fue hallado. Según la empresa de Saneamiento y Servicios Ambientales (Sabempe) día  a día se depositan 500 toneladas de basura en el lugar.  En declaraciones a los medios, el fiscal Rudy Terrazas dijo que se maneja la posibilidad de que la bebé Keyla se encuentre todavía con vida debido a las contradicciones en las declaraciones de ambos imputados. De hecho, durante las últimas semanas se realizaron algunos allanamientos en la localidad de Patacamaya para esclarecer la posible desaparición de la bebé. 

“Siento dentro mío que mi nieta vive y siempre que me llaman a mi celular sobre el hallazgo de alguna bebé salgo corriendo para ver si es Keyla”, contó consternado el padre de Sara, quién acababa de llegar de la ciudad de Cochabamba después de haber seguido un rastro falso sobre la bebé.

Transcurrieron seis meses desde el feminicidio de Sara Evelyn Peñaranda y la desaparición de su hija Keyla Sinaí de siete meses, quién en la actualidad habría cumplido 1 año de edad. 

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