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martes, 17 de mayo de 2016

Javier Mariaca, de víctima pasó a ser acusado, por Teófila Guarachi

Detenido preventivamente en el Penal de San Pedro por el asesinato del juez Reynaldo Estrada. Él fue asaltado la misma noche que mataron al juez. Pusieron su chip en el teléfono del jurista y con esa supuesta prueba ya lleva preso un año y medio.



Han transcurrido 547 amaneceres y ocasos que los ve desde un cuarto de dos metros por dos, su penthouse como le llama Javier Mariaca, joven de 31 años que fue detenido preventivamente  en el Penal de San Pedro por el asesinato del juez Reynaldo Estrada. Después de recibirnos en la puerta de ingreso de la cárcel nos conduce a su celda a través de corredores y callejones fétidos y obscuros,  una diminuta escalera de trozos de madera que fueron adaptados nos permite llegar al que seguro fue el tumbado de una vivienda en otro tiempo,  la imagen del Sagrado Corazón de Jesús está sobre una pequeña pared de estuco y madera que le sirve de lecho, una colcha de la cual no se distingue el  color y bolsas en el piso en el que se pueden observar algunos pantalones y camisas viejas acompañan su soledad, al frente una tabla incrustada en la pared, que de seguro alguna vez fue celeste, sostiene latas y pocillos con restos de comida.

Al recibirnos sonríe y sus ojos brillan, como esperando una noticia positiva, nos da la mano e inmediatamente nos ofrece unos banquitos construidos de pedazos de madera y un fierro.

“Nunca creí que cambiaría tanto mi vida solo recuerdo que me golpearon en el piso, me patearon, me apuntaron con un arma de fuego, no logré ver con exactitud quiénes eran y ahora estoy aquí acusado de haber matado a un juez,  de ser víctima pasé a ser el malo de la película, y yo que me quejaba de que me habían robado mi celular y terminan acusándome de haber robado y matado a un juez, mi tiempo y mi vida lo estoy perdiendo aquí por algo que no sé cómo ocurrió”.

Sus ojos verdes resaltan de su rostro delgado y pálido, “no duermo, por las noches tengo miedo a que entren y me maten, los primeros dos meses en la cárcel fueron una pesadilla, estaba en el alojamiento, no tenía una celda, me quedaba despierto toda la noche porque recibía constantes amenazas y temía por mi vida, escuchaba gritos y cuando salía solo veía charcos de sangre en el piso, ahora, bueno ahora ya tengo varios amigos y aquí en mi penthouse tengo posibilidades de mirar el cielo, mi lugar preferido es el techo cuando me siento triste y recuerdo todo lo que me sucedió salgo y me echo sobre las calaminas entonces vuelvo a soñar con el día que saldré de la cárcel, ese día volveré a empezar”.

Javier cumplió 31 años en mayo, él sólo recuerda que el viernes 3 de octubre de 2014 fue a bailar junto a su novia y que bebió mucho. Al salir, cerca de las 3:45 dejó en un radio taxi a su enamorada, el mismo que la llevaría hasta su casa, minutos después fue interceptado en las calles Díaz Romero y Villalobos por tres personas quienes le tendieron en el piso, le pegaron hasta romperle la mandíbula y le amenazaron con un arma de fuego mientras le robaban la billetera y el celular.

Minutos después, el chip de su celular era introducido a el teléfono móvil de propiedad del Juez Reynaldo Estrada quien también fue asaltado y abandonado a metros de su domicilio, “nunca creí que de víctima pasaría a ser culpado de asesinato, sólo recuerdo que me asaltaron y después de un mes un grupo de policías entró en mi oficina y me empezaron a gritar, ¡dónde está el celular!, ¡dónde ocultaste el celular!,  después de ese día mi vida cambió totalmente, me llevaron a celdas judiciales, allí estuve una semana y todos me decían por qué mataste al juez y me pregunté ¿qué juez?, fue cuando me enteré que era juez, abogado y creo consejero de la magistratura, me decían ¿por qué lo asesinaste?, ¿quiénes son tus cómplices?, al principio no entendí nada, pero cuando leí mi acusación entendí que me culpaban del asesinato de un juez al que nunca había visto ni conocido  y que él también había sido asaltado el día que a mí me robaron y que en su celular activaron mi chip, era la prueba, la única prueba del delito del cual se me responsabiliza”.

Javier soñaba con ser administrador de empresas, había empezado a trabajar en Nuevatel ocho meses antes del asalto, ahora pasa clases de electricidad en el penal de San Pedro, “aquí lo que me sobra es tiempo, despierto a las seis de la mañana porque a esa hora se sirve el desayuno, un mate de manzanilla con pan, los sábados tenemos suerte porque nos dan pan con mantequilla y  a veces cuando tengo dinero alquilo una ducha y me baño, luego voy a ver tele en la celda de algún amigo y después  voy a caminar, me paro en las gradas y me apoyo en la baranda, desde allí  miro lo que pasa arriba y abajo, trato de no meterme con muchas personas porque aquí todo es problema y pueden pegarme o hasta matarme”.

“Los días lunes y miércoles paso clases de electricidad, y alguna vez leo un libro, pero parece que aquí el tiempo nunca pasa, extraño mi libertad”, aprieta sus manos entre sí y las lágrimas caen por sus mejillas, “extraño a mi familia, es lo que más extraño no me acostumbro a vivir encerrado por un delito que no cometí”, reitera.

Javier fue sometido a una serie de investigaciones y en la reconstrucción del asesinato del juez Estrada se enteró la causa de la muerte, “lo asaltaron el sábado a las cinco de la madrugada igual que a mí, pero lo encontraron con vida y murió recién el martes a consecuencia de una asfixia mecánica y un coagulo sanguíneo y fue encontrado dentro de su casa y no en la calle entonces, salió vivo del asalto,  cuando me enteré de eso, se me acabó el mundo, allí también se decía que la herida que  yo tenía, la rotura de la mandíbula, fue porque el juez se defendió, se me acusó de tantas cosas que no entendí, solo me resigne, seguro que me pasa esto por algo”.

En Bolivia el 83% de la población penitenciaria tiene detención preventiva, informó Jorge López, Director de Régimen Penitenciario. El año 2015 se puso en marcha la Ley de Descongestionamiento Penal con el objetivo de realizar las audiencias de los detenidos preventivos dentro de las cárceles, ello para evitar que sean  suspendidas por la inasistencia del Juez, Fiscal y hasta los privados que no son trasladados ante los juzgados por falta de custodios o gasolina para los vehículos.

El caso de Javier no es la excepción, ya transcurrió un año y medio de su detención preventiva y hasta la fecha no existe sentencia, no se realizó ni una sola audiencia del juicio oral, se cambiaron cuatro fiscales y tres investigadores de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, la familia de Javier solicitó en tres oportunidades la cesación de la detención preventiva, pero se la negaron porque al ser exfuncionario de NUEVATEL podría obstaculizar, según las autoridades judiciales, la investigación. Isabel Fernández, madre de Javier, asegura que gracias a la investigación que ella misma inició pudieron encontrar a los que tenían bajo su poder el celular que le fue robado al juez Estrada “por el delito también existen dos personas detenidas a quienes se encontró con el celular del juez y estas personas involucraron a su nuera, ellos revelaron que la noche que fue asaltado, los dos, el juez y la nuera, salieron a bailar y a beber”.

Al despedirnos, Javier mira el cielo desde el techo de su celda a la que le quitó un pedazo de calamina, “si retrocediera en el tiempo nunca iría ese día a bailar, pero por algo me ha tocado enfrentar esta situación, cuando salga volveré a enfrentar mi vida y a cumplir mis sueños”.

13 comentarios:

  1. Injusticia total!!! Querido Javier continúa con esas fuerzas, Dios no te abandona... Estamos contigo

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  2. Que dificil de creer que la justicia sea tan manipulada y manoseada como para peemitir una injusticia como ésta.
    Que la Fe y la esperanza llenen el corazón de todas las personas que tienen que enfrentar pruebas así. El amor de Dios lleve a buen término pronto este calvario.

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  3. y quieren imponer penas mas duras...Javier al final del tunel siempre hay luz..ánimo

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  4. Que gran injusticia, pensar que nos puede pasar a todos. Fuerza Javier...después de la tormenta sale el sol!

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  5. verdad que es un gran injusticia cuanto mas hay que soportar este modelo de justicia

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  6. La verdad que debe existir un profesionalismo y consecuencia en la investigación para que el sentido común y la razón científica se impongan. Una más de las fallas del sistema judicial y político. Ojalá se haga Justicia.

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  7. Ya pues!!!! No puede ser? Aprieto mi puño fuerte...

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  8. Cual es el rol que juega Derechos Humanos en este caso de tremenda injusticia, si es que no participan activamente en el caso y tampoco siguen adelante con las publicaciones para que el publico se de cuenta clara de lo que realmente esta ocurriendo!

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  9. Esta es la realidad de la justicia en Bolivia que retarda fallos cuando le conviene y acelera las cesaciones a la detención preventiva cuando le conviene la misma que noresolvera dus problemas estructurales y paradigmas en los administradores de justicia por que juristas extranjeros reconocidos ajenos a la realidad boliviana asesoren los cambios en la justicia en el pais

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